Kerry rechaza plazo de 30 días

Matthew Lee y Nancy Benac (AP)
Ginebra
En tono duro, el secretario de Estado norteamericano John Kerry abrió ayer las conversaciones con Rusia en torno a las armas químicas de Siria rechazando firmemente un compromiso de Damasco de iniciar un "proceso estándar" en el que entregaría información en lugar de armas, y nada de inmediato.
Por su parte, Obama dijo simplemente que espera que las conversaciones produzcan "un resultado concreto".

Eso no servirá, declaró Kerry en una conferencia de prensa al principio de la reunión, acompañado por el canciller ruso Serguei Lavrov, cuyo rostro se mantenía impávido.     
"Desde nuestro punto de vista, las palabras del régimen sirio son simplemente insuficientes", afirmó el secretario de Estado.     
"Este no es un juego", agregó con relación a los últimos sucesos de una serie de hechos que han pasado rápidamente desde el uso letal de armas químicas a amenazas de ataques aéreos punitivos estadounidenses, para que luego Siria accediera a un plan ruso para entregar las armas y, finalmente, al asunto crucial de definir los detalles difíciles. 
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 "Creemos que este proceso no tiene nada de estándar en este momento debido a la forma en que el régimen se ha comportado", declaró Kerry. Y mantuvo presente la amenaza de una acción militar estadounidense, al advertir que la entrega de las armas debe ser completa, verificable y oportuna "y, finalmente, debe haber consecuencias si no se lleva a cabo".     

Lavrov pareció contradecir la opinión negativa de Kerry sobre la oferta de Assad de ofrecer detalles sobre al arsenal químico de su país, comenzando 30 días después que firma una convención internacional que prohíbe el uso de tales armas.

El embajador de Siria ante las ONU dijo que el jueves su país se había convertido en miembro pleno del tratado, que exige la destrucción de todas las armas químicas. Sin embargo, la ONU dijo que eso demoraría por lo menos otros 30 días.     

Para incrementar el dramatismo de la situación, el presidente ruso Vladimir Putin intervino desde lejos, generando sorpresa con un artículo de opinión en el periódico The New York Times en el que reprochó a los estadounidenses por verse a sí mismos como "excepcionales".     

Se refería a un comentario que el presidente Barack Obama hizo en su discurso sobre Siria el martes por la noche, en el que explicó por qué consideraba que Estados Unidos debía tomar una acción militar en este problema. El Congreso ha mostrado poca inclinación a autorizar la intervención de las fuerzas armadas, y una votación sobre el tema ha sido postergada.     

Putin también advirtió que un ataque estadounidense contra Siria por su uso de armas químicas podría desatar nuevos atentados terroristas. Y sostuvo aún que "existen muchas razones para creer" que las armas fueron empleadas por los insurgentes y no por las fuerzas armadas de Assad.     
En Washington, el portavoz de Obama indicó que Rusia está "aislada y sola" en ese punto de vista.      
Lavrov pareció contradecir el punto de vista negativo de Kerry en torno a la oferta del presidente sirio Bashar Assad de proporcionar detalles sobre el arsenal químico de su país 30 días después de que firme una convención internacional que prohíbe ese tipo de armamento.     

El funcionario ruso dijo que la iniciativa debe proceder "en estricto cumplimiento con las normas establecidas por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas". Eso sugiere que Rusia no está de acuerdo con Estados Unidos de que éste es un caso excepcional y que Siria debería enfrentar estándares más estrictos que otros países.     
"Procedemos a partir del hecho de que la solución a este problema hará innecesario cualquier ataque sobre la República Árabe Siria, y estoy convencido de que nuestros colegas estadounidenses, como afirmó el presidente Obama, están firmemente convencidos de que deberíamos seguir un camino pacífico para la resolución del conflicto en Siria", señaló Lavrov.     
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