Las redes sociales, más que simples plataformas para los candidatos presidenciales
**VILLA CENTRAL DIGITAL** Santo Domingo, Rep. Dom.-
HOY DÍA SE VE A POLÍTICOS DESTINAR UN PRESUPUESTO EXCLUSIVAMENTE PARA CREAR UN EQUIPO QUE LE MANEJE ESAS HERRAMIENTAS
A medida que pasa el tiempo los líderes políticos van descubriendo nuevas formas de llegar a sus seguidores haciendo uso de herramientas que la tecnología va poniendo en sus manos. Y es que para muchos, no así para otros, la tecnología le permite llegar a lugares y públicos que antes eran inimaginables si no se hace uso de ella.
Hoy día se ve a políticos destinar un presupuesto exclusivamente para crear un equipo que le maneje una de las plataformas más importantes que han surgido durante la última década, las redes sociales.
Su ascenso es tan vertiginoso que ya los medios de comunicación mantienen un monitoreo constante de las cuentas de los principales actores de la vida social y política, para convertir en noticias las opiniones que se emitan desde allí.
“Yo creo que en RD en el aspecto de las redes sociales se ha avanzado bastante con relación a instalarlas como un medio de comunicación de importancia, sobretodo porque es un lugar a donde se está generando de manera alternativa la noticiabilidad, incluso los hechos noticiosos van a ser buscados por muchas personas de la prensa, gente de opinión pública”, explica el estratega en comunicación José Carlos Nazario.
Debido a su auge, Nazario entiende que ya no es el periódico el que define la agenda, sino que las redes sociales se han convertido en un “agendaseting”, “es decir, un instalador de temas en la agenda, una realidad a la que los políticos tuvieron de espalda por mucho tiempo, en los primeros tres o cuatro años”.
Aunque para el experto en el tema esta herramienta no define el resultado de unas elecciones, considera que es uno de los medios de comunicación con mayor capacidad para democratizar el debate público.
Nazario sostiene que en los países con mayor cantidad de habitantes las redes impactan considerablemente en el accionar de los actores políticos. “Pero sobretodo, más que en los resultados, impacta en la per-formas de la campaña completa, es decir, tu interacción con esos electores no es diferente a la interacción de los electores que están en Guachupita, en Gualey, pero es más directa, por tanto tiene más capacidad de cuestionar directamente, por eso yo digo que democratiza las relaciones político-ciudadano, y la democratiza no solo en la campaña electoral, la democratiza en el tiempo completo”, dice.
La agenda pública
Las redes sociales también se han convertido en una plataforma donde se instalan temas que antes era impensable que los gobiernos se hiciera eco de ellos, como es el caso de la conquista del 4% para la educación, una iniciativa que surgió en ese medio y que acaparó la atención de todos los sectores de la sociedad, obligando a los candidatos presidenciales en la campaña de 2012 a firmar un pacto donde se comprometieron cual fuera que ganara los comicios a destinar el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación, medida que fue aplicada por el presidente Danilo Medina en el presupuesto de 2013.
Para Nazario esta plataforma ha obligado a los medios tradicionales a hacerse eco de determinados temas, independientemente de que no sea su voluntad.
“Entonces por eso vemos cómo declaraciones de personas toman auge para impactar positiva o negativamente en su imagen y reputación, porque las redes sociales son un universo, un gran guía, donde todos hablan juntos sobre diferentes temas y cuando sucede eso la autonomía del actor político se reduce bastante, deja de ser dueño de lo que dice”, plantea.
Aquí se plantean temas que la ciudadanía no siempre tiene la oportunidad de llevar a los medios de comunicación tradicionales, y cuando eso ocurre éstos últimos se ven en la necesidad de abordarlos.
Su utilidad
Actualmente Twitter, creada por Jack Dorsey en el 2006, cuenta con 500 millones de usuarios y Facebock, ideada por Mark Zuckerberg y un grupo de amigos en 2007, tiene 1,350 millones de usuarios, una cifra apetecible para cualquier candidato que desee escalar y proyectar su imagen a cualquier rincón del mundo.
Es por eso que el presidente estadounidense Barack Obama no escatimó esfuerzos en ver en estas herramientas un aliado para llegar a su gente desde que el 10 de febrero de 2007 anunció su candidatura para llegar a la Casa Blanca.
Obama se puede considerar un caso de éxito en el manejo de redes sociales y el gran pionero, tras la creación de una comunidad virtual en la que incluso recaudaba fondos para su campaña y a través de ella les decía a sus donantes en qué se invirtió cada dólar que entregaban.
“Entonces las personas donaban 15 ó 20 dólares para ayudar a eso, pero además las comunidades tenían una lógica de lograr el voto. Armó comunidades diferentes a como hacía el Partido Demócrata tradicionalmente, armó comunidades para que personas que vivían en lugares cercanos y no tenían vehículos se juntaran con alguien que tenía vehículo y fueran a votar juntos, generó lo que se llama activismo digital, y ese activismo digital no era solo en respuesta a los temas que los unía y a la moda que en un momento dado se convirtió en una euforia, pero además respondía a la capacidad de localización”, dijo Nazario.
En el caso de República Dominicana no fue hasta tres o cuatro años atrás cuando los candidatos se empezaron a dar cuenta de lo importante de esta herramienta para llegar a su gente.
Fue en el 2012 cuando Danilo Medina durante la candidatura presidencial utiliza una estrategia a través de la plataforma “Ponte pa’ tu país”, que fue la primera en instalar en el país el modelo llamado “Obama”. En ella se apelaba al ciudadano para que éste dijera cuáles eran los problemas que les aquejaban. Era una apuesta en la que Danilo se comprometía a que de todas las propuestas y exigencias que los ciudadanos tenían, de las más demandadas él iba a implementar una serie de políticas públicas para aplicarlas.
A juicio de José Carlos Nazario, tras la aplicación de esa plataforma Danilo Medina se convirtió de un personaje distante, que llegaba poco a la gente, a un candidato que conectaba con la sociedad.
Lo mismo intenta hacer actualmente el aspirante presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, con su plataforma “Dímelo”,
“Yo creo que el gran impacto de las redes sociales no es la popularidad de los actores que están en ellas, sino el rol que juegan esas personalidades en un debate público que antes no existían en las redes”, sostiene Nazario.
El costo de los errores en las redes
A través de las redes sociales no solo se puede imponer una marca, también se logra construir imagen, y en el caso de los candidatos, aumentar la cantidad de seguidores a través de plataformas para esos fines.
Sin embargo, de la misma manera que se logra todo esto, y los usuarios se sienten que lo han alcanzado todo con una herramienta tan sencilla, también puede servir para desplomar una imagen que ha constado décadas construir.
En España, el candidato a dirigir el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, le ganó a su contendiente Carme Chacón, luego de que ésta apareciera en una entrevista televisiva y al mismo tiempo se publicaran mensajes en su cuenta de Twitter como que era ella que los estaba escribiendo. Su cuenta era manejada por un equipo, pero sus seguidores no lo sabían y en cambio siempre pensaron que era ella la que escribía, por lo que desde ese momento su credibilidad se desplomó, produciendo una crisis en su popularidad.
Los candidatos en cifras
En el país aproximadamente tres millones 800 mil personas utilizan Facebook y 650 mil tienen una cuenta en Twitter, según una medición realizada por el experto en marketing digital Alex Madera. Comparados con los 10 millones de habitantes que tiene aproximadamente la República Dominicana son cifras codiciadas por los aspirantes presidenciales, ya que pueden ser decisivos en los comicios de 2016.
Entre los actores políticos que han logrado mayor número de seguidores en Facebock y Twitter, están el presidente Danilo Medina, que ocupa el primer lugar, con más de 436,000 seguidores en Faceboock y más de 414,600 en Twitter. Mientras que el candidato por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Quique Antún, es el que menos seguidores tiene en las dos plataformas, contando con apenas 6,705 en Faceboock y más de 6, 400 en Twitter.
Asimismo, en Faceboock el segundo candidato con más seguidores es el candidato por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luís Abinader, con 78,298 seguidores, le sigue LeonelFernández con 50,949, Guillermo Moreno con 43,240 y Miguel Vargas con 20,942.
En Twitter después de Danilo Medina, el candidato de Alianza País, Guillermo Moreno, es el segundo con mayor cantidad de seguidores, con 100,126. Le sigue Leonel Fernández con 77,740 seguidores, Miguel Vargas con 48,976 y Luís Abinader con 44,933, según los resultados de un análisis realizado por listindiario.com utilizando la herramienta Followerwonkdesde el 27 al 29 de abril de este año.
Guillermo Moreno, el más activo
Utilizando la misma herramienta se descubrió que Moreno es el que más activo está en las redes sociales, con un promedio 33 tuits semanales. A Guillermo Moreno le siguen Danilo Medina y Quique Antún, los cuales están empatados con un promedio de 20 tuits semanales.
Luis Abinader publica 13, Miguel Vargas 10, mientras que el menos activo está es Leonel Fernández, que solo tuitea un promedio de cinco mensajes semanales.
El gran ausente
El gran ausente de toda esta avalancha de actores políticos en las redes es el alcalde por el Distrito Nacional, Roberto Salcedo, quien a juicio de José Carlos Nazario, se mantiene al margen de las redes porque le teme al escrutinio público.
De su lado, Alex Madera, quien ha realizado estudios sobre el comportamiento de los políticos en las redes, afirma que los distintos candidatos buscan todas las formas de ganar seguidores a través de las redes, inclusive, pagan publicidad por esa vía.
Madera coincide con Mazario al asegurar que a través de estas plataformas son pocos los votos que se pueden conseguir, y que más bien lo que buscan los candidatos es ampliar su base de seguidores.
“De la forma en que los políticos utilizan las redes sociales, lo que están haciendo es creando una base de seguidores que al final no se va a traducir en votos”, advierte Madera.
Sin embargo, cree que no todo está perdido. “Si ellos realizan sus estudios previos para clasificar a sus seguidores y en razón de eso crean mensajes específicos que impacten a los diversos grupos, pueden lograr resultados positivos”, dice.
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