Las aspiraciones presidenciales en el PLD y las reacciones

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do
LA CANDELITA.- La primera publicación que se hizo el domingo sobre una reunión realizada por el ministro de Economía con abogados, para explicar sus planes de candidatura presidencial, fue en un periódico digital de provincia. Se supone que de San Cristóbal, el lugar del encuentro. Después la misma nota fue apareciendo en otras ediciones online, ya de la capital, y la información tenía connotación de principal en la prensa de papel cuando una contraorden la dejó sin efecto. Ayer lunes con un pÔrrafo y con una declaración oficial se quiso matar un gallo que nunca estuvo en la funda. Entretanto se dio cuenta de un tuit en que el secretario general del PLD, Reinaldo Pared, censuraba esa campaña a destiempo.
 
Los hechos son tozudos, y hay desmentidos que no deben hacerse, pues antes que negar, afirman. Pero sobre todo porque ponen en evidencia situaciones indudables. Lo que dijera MontÔs el lunes no cambiaba en nada lo publicado el domingo, luego de que el presidente del Senado expresara su opinión al respecto, sin mencionar al detective de la película. Una candelita a la otra esquinita...
<!--more-->EL COCORƍCAMO.- El encuentro del ministro TemĆ­stocles MontĆ”s no fue con dirigentes de su partido, el de la Liberación Dominicana, ni con figuras acreditadas a nivel nacional. Fue con abogados de su pueblo, amigos de toda la vida, si se quiere. La reunión pudo haber pasado como una tertulia polĆ­tica, o una ocasión de tragos, sancocho o chivo incluidos, y amenizado con mĆŗsica en Cd de la orquesta Santa Cecilia. Pero no. Hubo interĆ©s de que se conociera, y de ahĆ­ la nota de prensa, resaltando detalles. Es mĆ”s, con una simple frase entre comillas se dijo todo. MontĆ”s asumió como doctrina la alternabilidad y como ejemplo de su importancia y necesidad puso la elección de Danilo Medina. Las implicaciones son claras, cruciales, decisivas: si en el PLD se impone la alternabilidad como prĆ”ctica constante, como ley del partido, las oportunidades de poder serĆ”n mayores, pues las esperanzas de los peledeĆ­stas y del pueblo en general se renovarĆ”n cada cuatro aƱos. No lo dijo, pero las interpretaciones son libres. Si Leonel FernĆ”ndez se sale con las suyas, y se impone como candidato del 2012, no existiera hoy ese prodigio de presidente que es Medina...

IGUAL QUE GALILEO.- La nota del ministro TemĆ­stocles MontĆ”s, ocultando sus aspiraciones presidenciales y su proselitismo adelantado, recordó al sabio Galileo ante el Santo Oficio negando lo que habĆ­a afirmado antes y que constituĆ­a una revolución de la ciencia de su tiempo: que la tierra giraba alrededor del sol. De seguro que Manuel JimĆ©nez, su fiel escudero de prensa, tiene que haberlo oĆ­do decir, por lo bajo, como se atribuyó a Galileo en su momento: “Eppur si mueve”. Y sin embargo se mueve. Ɖl mĆ”s que nadie conoce la intimidad de su proyecto, e igualmente sabe --por estrategia-- la importancia de que la flecha estĆ© en el aire. Sus adversarios, potenciales o de circunstancia, no pueden tumbarla. Solo les queda dejar que caiga por fuerza de gravedad. El problema, y Ć©l no es tonto para no haberse dado cuenta, no es que se haya adelantado. El problema es que aspire. La reacción de ahora fue lógica, y MontĆ”s dando un paso atrĆ”s, fue prudente, pero debe saberse que hubo un encono mayor cuando esta columna reveló sus intenciones de buscar la candidatura del 2016...
LA SANTA Y VERDADERA.- La Inquisición no es el secretario general Reinaldo Pared, mucho menos si su comentario fue una de las tantas ligerezas que acoge el Twitter. La Inquisición, y hay que decir que santa, es Leonel FernĆ”ndez y los miembros de su Mesa Redonda, que tienen el 2016 como cosa propia y no aceptan que nadie ose importunarlos. TemĆ­stocles MontĆ”s no lo sabe, o hace que no lo sabe, pero la verdad que ese grupo se las tiene guardada. La candidatura, una audacia, no hay dudas, pero su disgusto viene de mĆ”s atrĆ”s, de cuando el ministro de EconomĆ­a no explicó con suficiencia el manejo fiscal del 2012 y creó las condiciones para que la opinión pĆŗblica a un solo grito protestara por el dĆ©ficit. MontĆ”s no fue todo lo solidario que se esperaba, ni echó sobre sus hombros culpas ajenas. FernĆ”ndez, como dirĆ­a el narrador de las Ɓguilas: “Se lo tomó solito”. Ahora creen haber descubierto razón. Dicen que MontĆ”s, lo mismo que Francisco DomĆ­nguez Brito, uno con su silencio, el otro con su actuación, buscan tumbar a FernĆ”ndez del caballo y eliminarlo como competencia del 2016...
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